A ver, señora dueña de la cafetería de ciencias, si voy allí a comer es porque no tengo más remedio, no para que interrumpas mis conversaciones privadas y des tu opinión al respecto. Gracias.
Y perdona compañera, si me enfado un poco porque no apareces el día de hacer el trabajo en grupo y no avisas, y a la siguiente quedada te dignas a honrarnos con tu presencia una hora y media después de lo acordado. De verdad que lo siento.
¡Ah! y por el bien de mi salud mental, no leais esto mientras le dais sin parar al cursor del teclado y decís "pues como lo has escrito tú no me gusta, queda fatal".
Buenas noches.
3 comentarios:
T_T
Todos tenemos un día malo de vez en cuando y yo también odio la vieja de la cantina.
Sí, más de una odiamos a esa mujer... al menos yo ya no la veo.
Ánimo
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