martes, 18 de junio de 2013

(Otra) Cosa mala del estar en el paro

Por si no fuera mala ya de por sí la pésima situación económica de los que, como yo, estamos en el paro y sin ahorros por haberlos gastado en sacarnos una carrera, está el hecho de cómo afecta al ánimo y por tanto a las relaciones personales.

Está claro que lo peor que le puede suceder a un pesimista es que todo a su alrededor le diga que tiene razón. Y está ocurriendo.
La economía se ha ido al traste, no se invierte en I+D+I, lo cual deja a los que hemos estudiado una carrera de ciencias con una probabilidad de encontrar trabajo de lo nuestro que da pena, y además ni siquiera ya encuentras un trabajito para salir del paso. Y luego está el "cuánto se tardará en salir del paso"...

Todo esto me rodea mezclado con la cancioncilla del "no tienes idiooomaaaaas" y me va aplastando cada día. Y cada día se hace un poco más duro salir a la calle, levantarse de la cama o simplemente dejar de mirar en internet cosas absurdas para rellenar el vacío de los días que pasan y pasan... y se hacen meses que se van volando.

Y así, hablas con la gente más cercana a tí y terminas hablando de cualquier cosa por no volver a hablar de lo triste que estás o lo deprimida que te sientes porque lo ves todo negro. Pero por mucho que intentes no pensar en ello te afecta y los que te conocen lo saben. Ya me han dicho que se me está agriando el carácter y que no soy la misma... y joder, eso me asusta muchísimo. No quiero cambiar mis relaciones personales pero la verdad, está pasando. Hay amistades que al encontrarse igual que yo, simplemente hablamos y nos apoyamos, pero las personas más cercanas están sufriendo estos cambios, esta "mala leche" (para qué mentir, estoy de mala leche o como "vacía" casi todo el tiempo).

Y siento que los que me apoyan y quieren inculcarme un poco de positivismo se sientan frustrados, pero no soy una persona que se recupere fácil y que mantenga el ánimo arriba. La verdad es que tengo las peores características para vivir lo que está pasando... de hecho, me sorprende no haber usado el sarcasmo. Igual algo estoy aprendiendo para al menos no plantearlo como algo peor de lo que es. Parece que al menos, tengo esperanza...

domingo, 9 de junio de 2013

Que deprisa se acostumbra una a lo bueno...

... y cuánto cuesta volver a la normalidad después de disfrutarlo.

Es raro que resulte raro (sí, me gusta la redundancia) estar en casa con la familia cuando llevas tus 26 años de vida con ellos, pero cuando te han dejado la casa para ti sola 9 días, se siente una como si  la hubieran invadido. Y eso que no cambié la cosas de sitio, que eso hubiera sido ya el acabose jajaja. Además, mi compañero (inserte un corazón aquí ;D) ha estado conmigo, así que a la sensación de invasión se une el tremendo mono que estoy pasando por no tenerle a mi lado.

Espero que la visita mañana de una pequeña cachorrita de 2 meses cuya monería es inversamente proporcional a su tamaño me alegre un poco este corazón de "persona parada con demasiado tiempo libre y pensamiento negativo" que últimamente sufro.

lunes, 3 de junio de 2013

Tiempo para uno mismo

Escribo esto tranquilamente desde el sofá, con la tele de fondo y el portátil cima de mis piernas. Hace un año hubiera soñado con poder hacer algo tan relajado, y bueno, no es que me desagrade, pero poder hacerlo cada día hace que pierda su encanto.

Está claro que el tiempo libre está sobre-valorado jajaja. A ver, entendámonos, el tiempo libre es genial, pero se disfruta mucho más entre épocas de trabajo. Y por trabajo me refiero tanto a trabajo remunerado como a estudiar e ir a clase. Pero ahora somos muchos los que estamos sin hacer nada. Y apesta.

Hay gente aprovecha para hacer cosas nuevas que antes no podía por falta de tiempo, pero ahí es donde la economía influye. Yo por ejemplo, si hubiera tenido ahorros habría aprovechado para sacarme algún título de inglés y volver a clase de danza del vientre, pero, las cosas no siempre salen como uno quiere.

Intenté trabajar de lo único que me salió, de hecho, lo único que parece que hay: comercial. En mi caso, teleoperadora, pero ni era lo mío ni lo que vendía era gran cosa. De hecho, tengo mis dudas sobre lo legal que era... Tranquilos, no era nada de consumo, eran espacios publicitarios pero... algo raro. En fin, suena más interesante si no lo termino de contar jajaja.

Y así, volví al estar todo el día en casa, salvo cuando ayudo a algún familiar con recados o quedo con alguna amiga, pero poco más. La motivación es algo que no me sobra precisamente.

En resumen: estoy viviendo un "año sabático", salvo que no decidí que quería tomármelo y eso cuenta a la hora de cómo tomarse tener tanto tiempo para uno mismo.